Escribe Freddy Medrano
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SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El fenecido expresidente Joaquín Balaguer, que durante
sus 22 años dirigiendo el Estado anotaba, en una libreta, un poco extraña, los
ingresos tributarios diario de sus gobiernos, murió debiéndole 10 pesos a un
amigo de infancia, quien en una ocasión exigió el pago de la deuda en medio del
calor de un acto público en la inauguración de la Presa de Taveras, en provincia Santiago.
En la obra “La
casa del presidente Joaquin Balaguer, Máximo Gómez 25 parte atrás”, de
la autoría de Luis-El Gallo-Acosta Moreta, éste cita al fenecido periodista César
Medina, quien en su columna, en el Listín Diario, Fuera de Cámara, del
18 de noviembre del 2016, escribió un artículo bajo el título “Balaguer
y un viejo amigo”.
Refiere Medina, que
en una crónica el periodista Santiago Estrella Veloz, en el acto
de la inauguración de la presa de Tavera se apareció un viejo amigo del
presidente Balaguer que llevaban medio siglo sin verse.
De acuerdo con la
crónica de Santiago Estrella Veloz, el campesino. colorao y larguirucho,
montado en un caballo blanco, vestido con camisa blanca y pantalón caqui, y un
sombrero grande, llamaba en voz alta a Balaguer, mientras lo militares tratan de
impedirle el paso.
Balaguer se dio
cuenta de la situación, y ordena a los militares que le permitiera al hombre llegar,
incluso hasta con su caballo, hasta la tarima, refiere Estrella Veloz.
…¡Anda p’al diablo, Joaquín, tú
presidente..!
_¿Quién lo hubiera dicho?_, respondió Balaguer, mientras estallaba en una carcajada,
risa que contagió a todos los presentes, incluyendo los guardias.
Sigue diciendo
Estrella Veloz: Sólo entonces Balaguer se limitó a preguntarle:
_¿Cómo estás, estoy a tus órdenes
en el Palacio Nacional-, respondió
Balaguer mientras estrechaba la mano al visitante que ni siquiera se bajó del
caballo para decirle al mandatario.
_Yo estoy bien, Joaquín, mejor que
tú que tienes que aguantar tanta vainas:¡ Y recuerdas que te presté diez pesos cuando en Educación !-,
respondió el visitantes.
Entonces, dice
Estrella Veloz, citado por Medina, que Balaguer, que fue secretario de
Educación cuando Trujillo, echó otra carcajada que contagió a la multitud, que aplaudió
al hombre del caballo blanco, quien intentó desaparecer tal como llegó.
En la obra La casa de
Balaguer, Máximo Gómez 25 parte atrás, Acosta Moreta precisa: Lo
que no dice Santiago Estrello Veloz, no revela lo más gracioso del cuento.
Recuerda el autor de
la obra de referencia, que Balaguer había enganchado como mayor del Ejército al
dirigente reformista Sócrates-El Chino-Pichardo para nombrarlo
director general de Caminos Vecinales, una posición de mayor influencia política
y económica del secretario de Obras Públicas, del cual supuestamente dependía.
“Pichardo era
santiaguero y se movía ese día como pez en el agua en esa zona de mayor influencia
política, por lo que consideró una ofensa la presión graciosa del amigo de
Balaguer”, dice Acosta Moreta.
El presidente Balaguer-afirma-abortó el helicóptero para dirigirse a la
capital cuando ya el pobre campesino estaba preso. El general Nivar Seijas, secretario
de la Presidencia, se lo informó de inmediato al presidente Balaguer.
“Entonces, Balaguer ordenó que
cambiaron de preso: Trancaron a Chino y soltaron al osado jinete!”, revela Acosta Moreta.
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